Los cinco definitivamente en Cuba

El pasado 17 de diciembre, tras algo más de 16 años de lucha por la justicia y la verdad, llegaron a Cuba, tras ser excarcelados, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los tres luchadores antiterroristas que permanecían prisioneros en cárceles norteamericanas.

Al descender del avión que los trajo a Cuba, tal como lo hicieron antes René y Fernando González, estos luchadores antiterroristas dejaron de ser imágenes expuestas en vallas en disímiles espacios del país y ocuparon su espacio en  las calles junto al pueblo.

Dejaron de iconos expuestos en murales, carteles y parques para, como héroes de carne y hueso, integrarse al proceso transformador que vive el país.

Con su arribo al territorio nacional Los Cinco demostraron, como lo hiciera antes Orlando Cardoso Villavicencio, que los héroes de estos tiempos no son seres inanimados, y que a pesar de la sobredimensión que alcanzan con su accionar extraordinario, son capaces de expresarse en prosa y en verso, amar a familiares y amigos, y entregarse a lo cotidiano sin ambages.

Ejemplos supremos de heroísmo y humildad, Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René  fueron protagonistas de la recién concluida edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.

En ese importante evento cultural estuvieron Los Cinco con textos de poesías y otros testimonios, que aportan a la literatura, el periodismo y la memoria histórica de la odisea que vivieron; una aventura que  se extendió desde el 12 de septiembre de 1998 hasta la excarcelación de Gerardo, Ramón y Antonio Guerrero, el pasado 17 de diciembre.

Y en ese evento recibieron también el calor  de un público que los reconoce porque con la hazaña que protagonizaron, ganaron un especio en el corazón de la gran mayoría de los cubanos.

En la mayor cita Literaria de nuestro país, estuvieron presentando sus libros Antonio Guerrero Rodríguez, nuestro Tony, y Ramón Labañino Salazar, los mejores poetas de Los Cinco.

A los locales habilitados par la presentación de Libros en la Fortaleza de La Cabaña, Tony llegó con sus versos convertidos en canción; el luchador antiterrorista confesó que estar en el recinto declamando sus poemas fue  sencillamente un milagro.

Para quienes como él ocuparon durante años el espacio de pequeñas celda en cércales de máxima seguridad de Estados Unidos, sin cometer crimen alguno, asistir a la feria y presentar los libros con las obras que poco a poco fueron escribiendo y dibujando, más que un merecido privilegio, es la confirmación de lo importante que resulta confiar en lo mejor de la especie humana.

Los cinco están definitivamente en Cuba, transitan por las calles, estrechan las manos de amigos y conocidos, con la nobleza y la sencillez que caracteriza a los y mujeres de este pueblo sonríen, y comparten afectos.

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