A 143 años de la muerte de Carlos Manuel de Céspedes.
El 27 de febrero de 1874 cae en combate en la Finca San Lorenzo, en la Sierra Maestra, el líder independentista de Cuba Carlos Manuel de Céspedes; abogado y propietario del ingenio Demajagua, que consiente de de que la lucha armada era la única vía para acabar con la dominación colonial, irrumpió como líder político-militar de Cuba el 10 de octubre de 1868 y se convirtió en el padre fundador de la nación cubana.
Desde ese día iniciático enfrentó a cuatro Capitanes Generales con una larga hoja de servicio militar y experiencia combativa; todos emplearon sus mejores recursos militares y políticos para tratar de liquidar la insurrección por medio de la violencia, concentrando miles de soldados de tropas regulares y jefes experimentados, o enviando comisiones para intentar lograr la pacificación, pero no consiguieron doblegar la voluntad de Céspedes, que no concebía la paz sin la independencia de Cuba.
Céspedes fue el primer presidente de la República de Cuba en Armas y tras ser destituido de este cargo se refugió en su finca de San Lorenzo, en la Sierra Maestra, en un campamento a cargo del prefecto José Lacret Morlot, esperando la autorización para salir al extranjero.
En la mañana del 27 de febrero de 1873 jugó su última partida de ajedrez con el Prefecto de San Lorenzo y poco después fue sorprendido por un grupo de soldados y combatió en desventaja, armado solamente de un revólver, hasta que recibió un tiro mortal y ente la expectativa de caer en manos del enemigo, se dejó caer por un barranco.
Su cuerpo fue llevado a Santiago de Cuba, expuesto al público y enterrado en una fosa común, de donde fue rescatado por un grupo de patriotas que lo llevan a un lugar seguro, donde se erigiría después el panteón de quien había escrito: “Me he inclinado ante el altar de mi Patria en el templo de la ley. Por mí no se derramará sangre en Cuba”.
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