Che: presente en cada instante supremo.
No estará nunca más. Muerto y sin sepulcro conocido no podrán encontrarlo ni honrarlo. Así dijeron quienes te asesinaron aquel día de octubre. Y se equivocaron.
Estás muerto y tu viva energía llegó a multiplicare en miles de soldados, millones de obreros y de campesinos.
El apóstata disparo que cerró tus ojos para siempre hizo irradiar tu ejemplo por lejanos confines.
El tiempo ha transcurrido y te hemos visto siempre, presente en cada instante supremo de nuestra Patria Grande.
Los que hemos vivido sabiéndote el ejemplo creímos en Guillen y te encontramos.
Quienes crecimos con tu accionar guerrero como arquetipo seguimos inspirados y batallando siembre hasta lograr la Victoria.
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